La vida cotidiana

16 mayo 2018

La vida cotidiana de los jóvenes en Varsovia en el período de entreguerras estaba lleno de una despreocupación juvenil, de un sentido de autonomía y alegría por la independencia recuperada. Las informaciones sobre la vida social de nuestro colega coetáneo y de sus amigos provienen de las cartas de Bogdan.

 

 

 

 

Las primeras relaciones y amistades de los jóvenes se hacían durante los años escolares, junto con las relaciones familiares influían fuertemente en los jóvenes y formaban su carácter. Por supuesto, la vida escolar no estuvo desprovista de bromas. En las cartas, Bogdan a menudo menciona a su «brillante colega» Jemiol.

Los estudiantes de secundaria íban con mucho gusto a los campamentos de primavera, llamados el barrio, donde, sobre todo, florecía la vida social. En una carta a los padres leemos una descripción del tiempo que [Bogdan] pasó allí. El ajedrez era entonces un entretenimiento popular. Bogdan menciona con orgullo sus éxitos en este campo y menciona a sus colegas con los que competía. Los jóvenes, especialmente los chicos, se apasionaban con el fútbol y recopilaban el diario Przegląd Sportowy [N. del T.: el más antiguo diario deportivo polaco].

 

Para los jóvenes de aquella época, el sentimiento del patriotismo y del respeto por la tradición desempeñaban un papel importante en la vida. Las cartas de Bogdan no carecían de referencias a los recuerdos pasados o recientes de los santos, en su mayoría patronos de la familia. La formación de convicciones patrióticas de los jóvenes era visible desde el primer día de la estancia en el barrio. Antes de empezar las clases se cantaba el himno nacional polaco. Bogdan describe este tipo de actividades como una cosa natural y obvia, lo que muestra, que se le prestaba mucha atención a la educación de jóvenes  como ciudadanos conscientes de su identidad.